ENCUENTRO NACIONAL - OCTUBRE 2016

INFORME

En la Capital de la Familia, Villa Giardino, Córdoba, se reunieron alrededor de 600 personas, venidas de distintas Diócesis del país, el 8,9 y 10 del corriente para llevar a cabo el 40º Encuentro Nacional.

Este Encuentro fue muy especial por coincidir con los 200 años de la Independencia de nuestro país, con el Congreso Eucarístico Nacional, realizado en Tucumán y por la presencia de los Presidentes Latinoamericanos (LA) del MFC, Lucy y Ricardo Araujo de Méjico y de los Delegados Zonales de Zona III del MFC LA, Alicia y Marcos Alvarez de Paraguay.

Luego de la bienvenida se entonó el Himno Nacional mientras se proyectaban imágenes de las distintas zonas de nuestro gran país.

A continuación se adoró al Santísimo con un paseo por todo el salón y la posterior bendición.

Los Presidentes Nacionales, Coqui y Jorge Delfino reflexionaron sobre” La misericordia en clave familiar y comunitaria”

El Asesor Nacional, Padre Pablo Hernando Moreno OSA, brindó una reseña y reflexiones sobre la Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia”

Se tuvo la gracia de contar con la participación de Monseñor Pedro Laxague, Obispo de Zárate-Campana y Presidente de la Comisión de Laicos y Familia de la Conferencia Episcopal Argentina, quien contribuyó con su aporte a profundizar “Amoris Laetitia”. 

En procesión, los participantes se dirigieron a la Capilla del Colegio de las Hermanas de la Virgen Niña, donde se compartió con los hermanos de la Villa, la Santa Misa  presidida por Mons. Laxague y concelebrada por todos los Asesores.

Los Secretariados y Servicios trabajaron con dedicación el sábado y domingo con las propuestas y talleres coordinados por los responsables Nacionales de cada uno de ellos.

Los Asesores presentes tuvieron su Cenáculo con el Asesor Nacional.

En la tarde del domingo, en plenario, los Presidentes Latinoamericanos nos aportaron su experiencia e informaron de las actividades del Secretariado para Latino América.

La recreación de los pequeños se desarrolló en forma habitual, en el parque, en la pileta climatizada y con distintas actividades coordinadas por los profesores de gimnasia.

Como es habitual funcionó la guardería para los menores de tres años.

Se realizó la XIX Junta de Presidentes tratándose las propuestas presentadas previamente.

En la Misa de Envío del domingo, recordando que en el 2015 se entregó el signo de la Luz, este año se recalcó el hecho de que los cristianos debemos ser la Sal del mundo, repartiendo una bolsita de sal a todos los concurrentes.

El fogón del domingo a la noche se engalanó con los emefecistas caracterizados como en la época colonial. Hubo una representación por parte de la Comisión Sede, bailes y cantos.

Con profundo gozo, en este Encuentro se informó del inicio de la causa de beatificación de nuestro fundador, el Padre Pedro Richards (CP), se repartieron numerosas estampitas para rezar y pedir gracias por su intercesión. Se reiteró la necesidad de contar con testimonios que avalen su fama de santidad. En esta reunión se recibieron varios.

Se presentó, también,  el Juego de mesa “Tierra Santa”, inspiración de una emefecista integrante del primer grupo que funcionó en la Arquidiócesis de Bs. As.

El lunes 10 se reunió la Comisión Directiva Nacional y al término de las actividades emitió la siguiente declaración:

“En el Año Jubilar de la Misericordia, la Comisión Directiva Nacional del Movimiento Familiar Cristiano en la Argentina, reunida en ocasión del 40º Encuentro Nacional, exhorta a abrirse en comunión de gozo con todos los hermanos y a acoger las realidades frágiles de la familia de hoy, para acompañarlas en el camino gradual de acercamiento al Cristo Nupcial y al modelo de la Sagrada Familia de Nazaret”.

En Villa Giardino, Córdoba, 10 de octubre de 2016

Del 8 al 10 de octubre se realizo en la localidad cordobesa de Villa Giardino el 40º Encuentro Nacional del Movimiento Familiar Cristiano (MFC) en la Argentina, con el lema “Familia emefecista, anímate a iluminar la realidad actual”, y simultáneamente se llevo a cabo la 19º Junta de Presidentes.

El encuentro contó con la presencia e iluminación de los presidentes nacionales del MFC, matrimonio Ana María y Jorge Alberto Delfino, y del asesor nacional del Movimiento, presbítero Pablo Hernando Moreno.

En este Encuentro se tuvo la oportunidad de intercambiar opiniones sobre la marcha del MFC y el papel que tiene que jugar en la sociedad actual acorde a los lineamientos del Papa.

Y como siempre se tuvo el aporte de todos los Dirigentes representando a las 31 Diocesis del MFC Nacional

Se contó, además, con la presencia de los presidentes latinoamericanos del MFC,  Lucy y Ricardo Araujo.

 

 


DECLARACIÓN DE LA COMISIÓN DIRECTIVA NACIONAL POR EL ENCUENTRO NACIONAL

En el Año Jubilar de la Misericordia, la Comisión Directiva Nacional del Movimiento Familiar Cristiano en la Argentina, reunida en ocasión del 40º Encuentro Nacional, exhorta a abrirse en comunión de gozo con todos los hermanos y a acoger las realidades frágiles de la familia de hoy, para acompañarlas en el camino gradual de acercamiento al Cristo Nupcial y al modelo de la Sagrada Familia de Nazaret.

En Villa Giardino, Córdoba, 10 de octubre de 2016.

 

FOTOS DEL ENCUENTRO NACIONAL - OCTUBRE 2016



La Misericordia en clave familiar y comunitaria.

(Charla presidentes nacionales Giardino´16)

“Felices los misericordiosos porque obtendrán misericordia” (Mt 5,7).

 

En nuestra carta pre Giardino afirmábamos que el momento que nos toca vivir es muy especial, en el contexto de la terminación del Año de la Misericordia y el tiempo post sinodal donde Francisco nos entrega la Exhortación Apostólica AmorisLaetitia.

También decíamos que el Papa reafirma que nada ha cambiado de la Doctrina de la Iglesia referida al matrimonio, lo que sí tiene que cambiar es el corazónde los cristianos en clave de misericordia.

Todos tenemos una idea con respecto al significado de la palabra misericordia y cada uno podrá contar una anécdota en donde y cuando pudo experimentarla, acorde a como la interprete.

Por ello, para hablar en el mismo idioma la tenemos que definir, del diccionario castellano: Misericordia “virtud que nos inclina a compasión por los trabajos y miserias de los demás”. Siendo la virtud: poder, facultad o potestad de obrar, integridad de ánimo y bondad de vida, hábito y disposición del alma para las acciones conformes a las leyes morales; y compasión, sentimiento de lástima y ternura por los problemas del otro.

Intimamente la misericordia es meterme en el corazón del otro para compartir su vida tal como él la ve.

Dios no nos tiene lástima, sino misericordia.

Dios es Amor, esa es unaverdad que para que lacomprendamos y entendamos tenemos que experimentarla con hechos concretos internos y externos.

Recordemos el pasaje de la creación: en el sexto día cuando hubo creado al hombre “vio que todo era muy bueno”, pero el hombre cayó.

En la historia de la salvación Dios se manifestó guiando a su pueblo a la tierra prometida.

En la culminación de los tiempos, el Padre que tanto amó al hombre y es “rico de misericordia” (Ef. 2,4), envió a su Hijo Unigénito para cumplir de una vez y para siempre nuestra salvación, el Bien Supremo toma los pecados de toda la humanidad y nos redime reparando la separación que existía entre Dios y el hombredesde el pecado original, Jesucristo habiendo tomado nuestra condición humana nos hace hermanos suyos e hijos de Dios.

“Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre”,el misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra, como dice el Papa Franciscoen la Bula MisericordiaeVultus (MV1) para convocar el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.

“La misericordia es la vía que une a Dios con el hombre porque abre el corazón a la esperanza de ser amados no obstante el límite de nuestra condición”. (MV 2).

El año de la misericordia tiene como finalidad que la iglesia se muestre cercana al hombre, en acogida, recibiéndonos con nuestras miserias, sin juzgar, dado que no es suya la potestad de hacerlo.

“La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo, de ese amor, que llega hasta el perdón y al don de sí, la Iglesia se hace sierva y mediadora ante los hombres. Por tanto, donde la Iglesia está presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre. En nuestras parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin, dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia”. (MV 12).

Debemos como iglesia que somos abrir los brazos en actitud receptiva para que todos conozcan al Padre, nos invita a los creyentes a mostrarnos como verdaderos testigos de lo que decimos creer no con palabras sino con hechos.

De la meditación de muchas parábolas surge el conocimiento de la naturaleza de Dios como un Padre que no ceja en tratar de salvarnos, en la del “hijo pródigo” o “padre misericordioso” está la esencia del accionar de Dios respecto al hombre, leyéndola con ojos meramente humanos nos resulta incomprensible la posición del Padre, nosotros hubiéramos actuado de una manera diametralmente opuesta, nuestro pensamiento está alineado con el pesar del hijo mayor en razón de la justicia, tomada con criterio legalista dentro de un marco de respeto a las normas, el Padre Dios perdona y remedia todo, pero respetando la voluntad humana, debemos permitir que Dios actúe único requisito darnos cuenta del error, expresarlo sin tapujos, tener intención de arrepentimiento, y ponernos en camino. No basta pensarlo tenemos que actuarlo.

En la dinámica de Dios la justicia es concebida esencialmente como un abandonarse a su voluntad.

En las escrituras la misericordia constituye el amor de Dios que se manifiesta superior a las exigencias de la Alianza, superior a la Ley.            

Dice Francisco “la credibilidad de la Iglesia pasa a través del camino del amor misericordioso y compasivo. La Iglesia vive un deseo inagotable de brindar misericordia” (MV 10). Este deseo está íntimamente unido a la misión como expresión de transmitir esa misericordia divina a todos, y nace del encuentro personal con el Resucitado.

La misericordia aplicada por el hombre como virtud no puede ser un sentimiento, que hoy lo tengo y mañana lo cambio, de hecho no lo es, es un acto de la voluntad, que para que no decaiga, además de la ayuda de Dios, requiere del trabajo permanente, continuo, para que tenga valor, sino puede llegar a ser una pose.

Si bien la misión y la evangelización es tarea de todos, y muchos hacen el bien siendo coherentes entre creencia y vida, los que estamos comprometidos con alguna acción pastoral, además de esa coherencia debemos tratar de comunicar la buena nueva de la Iglesia abierta y receptiva que no hace acepción de personas ni del entorno en las que están inmersas.

En este Año Santo, el Papa nos dice “que podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuántos viven en las más contradictorias periferias existenciales, que con frecuencia el mundo crea dramáticamente” ......cuántos no tiene voz porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia…(MV15).

En la Exhortación Apostólica AmorisLaetitia (AL), Francisco reafirma el pedido de que no nos acostumbremos a que nada se puede hacer, nos insta a acercarnos a todo tipo de familia, a todas las miserias humanas, nos pide que seamos una Iglesia de puertas para afuera.

También nos dice en AL que la comunidad es instrumento de la misericordia que es “inmerecida, incondicional y gratuita” (297).

Empezando por el bien que queremos promover y proteger que es la familia, en la comunidad, en el movimiento ¿trabajamos en consonancia con la misericordia de Dios?o seguimos aferrados cada cuál a su porción de poder, de su quintita, de su comodidad…?

Uno de los destinatarios del año de la misericordia son los esposos y los miembros de la familia. El Papa exhorta a las familias a mirar con esperanza el futuro, recomendando aquellos estilos de vida a través de los cuales se cuida y se hace crecer el amor en la familia: PEDIR PERMISO, AGRADECER y PEDIR PERDON.

Nos estimula para ser signo de misericordia y cercanía donde la vida familiar no se desarrolla con paz y gozo.

Las familias no son un problema, son principalmente una oportunidad.                                                                                                                                                                                                    

Reafirma los cuatro principios relacionados con las tensiones bipolares propias de todo el quehacer humano, de la Exhortación Apostólica EvangeliiGaudium, el tiempo es superior al espacio, la unidad prevalece sobre el conflicto, la realidad es más importante que la idea y el todo es superior a la parte.

En el perdón mutuo, los miembros de la familia llevan unos las cargas de los otros, este perdón es camino de reconciliación, es el dinamismo propio que tiene todo amor verdadero.

El matrimonio es un equipo, sin misericordia el trabajo en equipo se convierte en trabajo forzado.

En el matrimonio ¿amo a mi consorte?, ¿o simplemente lo quiero?, no significan lo mismo, ¿cómo lo manifiesto?, con cosas superfluas de toda índole que “tapan en lo profundo los sentimientos”, o ¿me pongo en el lugar del otro tratando de entender o por lo menos lo acepto y lo acompaño?.

El replanteo de mi vida matrimonial, no está mal, es muy beneficioso, debo de asumir que la elección del otro es de todos los días, para de ello salir fortalecido y con “revalidación de la relación en común”. Esto no es fácil, y de ello da testimonio la realidad familiar en la Argentina de hoy en todas partes.

Cuando nos damos cuenta que nuestro cónyuge tiene un problema y no hacemos nada estamos siendo egoístas, esto no significa que lo resolvamos sino que lo ayudemos a llegar a la solución, con distintas alternativas.

La misericordia es el antídoto de las rupturas matrimoniales, para ello debe haber confianza mutua para no guardar nada de lo que nos inquieta y preocupa, todo hay que dialogarlo, no dar nada por sobreentendido hay que asegurarse que el mensaje o las palabras dichas fueron entendidas con el sentido que se le quiso dar.

Todo debe hacerse desde la óptica de la misericordia con un gran respeto sabiendo perdonar las grandes o pequeñas ofensas que puedan existir, sabiendo cargar en nuestro corazón la cruz del otro y unidos seguir el camino de salvación que supone la vida familiar.

No perdamos de vista que la misericordia en el matrimonio lleva al crecimiento mutuo.

Tratemos de ver en nuestro cónyuge la Puerta Santa de la Salvación.

¿Amo a mis hijos y demás familiares?, el planteo es el mismo, la misericordia con que debo asumir la relación no supone ser permisivos o condescendientes, sino metiéndome en la realidad del otro, como es no como quiero que sea o supongo que es: debo iluminarla.

Los padres de familia debemos tener conciencia que somos instrumentos del amor de Dios.

Crecer misericordiosos junto a nuestros hijos significa aprender a ser valientes en el amor concreto y desinteresado, comporta hacerse “mayores” tanto física como interiormente.

Dentro de las líneas pastorales del Papa Francisco se ven claramente varios ejes: la lucha contra las guerras cualquiera sea su motivo como método para resolver diferencias, la lucha contra el narcotráfico, la defensa del planeta, la problemática de la realidad familiar actual y mostrar una iglesia abierta, cercana a todos y receptora del hombre en la situación que este, todo teñido de la misericordia de Dios que impulsa cada una de esas prioridades.

No olvidemos que al decir del Padre Richards no somos dos sino tres: tú, yo y el Cristo nupcial, esta realidad es la que nos da la fuerza para seguir creciendo en nuestro matrimonio, y contagiar la alegría de vivir en Familia.            

Movimiento Familiar Cristiano tengamos presente las palabras del Señor. “Yo estoy con Uds. todos los días hasta el fin de la historia” Mt 28, 20.

 

Coqui y Jorge Delfino 

Presidentes MFC Argentina 

 


Fotos de algunos Encuentros Nacionales